Había una vez un campesino chino, pobre pero sabio, que trabajaba la tierra duramente con su hijo. Un día el hijo le dijo: -¡Padre, qué desgracia! Se nos ha ido el caballo. -¿Por qué le llamas desgracia? -respondió el padre. Veremos lo que trae el tiempo... A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro caballo. -¡Padre, qué suerte! - exclamó esta vez el muchacho. Nuestro caballo ha traído otro caballo. -Por qué le llamas suerte? - repuso el padre. Veamos qué nos trae el tiempo. En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar el caballo nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete, se encabritó y lo arrojó al suelo. El muchacho se quebró una pierna. -¡Padre, qué desgracia! - exclamó ahora el muchacho. ¡Me he quebrado la pierna! Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció: -¿Por qué le llamas desgracia? Veamos lo que trae el tiempo! El muchacho no se convencía de la respuesta sino que gimoteaba en su cama. Pocos días después pasaron por la aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para llevárselos a la guerra. Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo. El joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver si algo es malo o bueno. La moraleja de este antiguo consejo chino es que "la vida da tantas vueltas, y es tan paradójico su desarrollo, que lo malo se hace bueno, y lo bueno malo. Lo mejor es esperar siempre el día de mañana, pero sobre todo confiar en DIOS, porque todo sucede con un propósito positivo para nuestras vidas.....
4 may 2009
9 abr 2009
¡Te adoro! te lo digo y mientras lo hago
Te veo a los ojos para amarrar cada palabra
A tu corazón y así cuando vayas caminando
Por la vida siempre te acompañe mi amor.
Mi amor que te aseguro es sincero y aunque
Sé que es difícil para ti, imaginar lo que te puedo amar
Recuerda que aun en la playa, llenos de arena y
Tan solos como mi corazón, están esos
Caracoles que susurran el sonido del mar aun y cuando
Nadie los pueda escuchar…
Así te quiero en voz callada y me muero por gritar…
¡Te adoro! así lo siento y aunque no pueda
Verte, ni tenerte, se que somos algo , algo que significa
Todo, y cuando la gente o tu mismo te preguntes
¿Qué somos? Podrás decir simplemente que somos ¡FELICES!
Te veo a los ojos para amarrar cada palabra
A tu corazón y así cuando vayas caminando
Por la vida siempre te acompañe mi amor.
Mi amor que te aseguro es sincero y aunque
Sé que es difícil para ti, imaginar lo que te puedo amar
Recuerda que aun en la playa, llenos de arena y
Tan solos como mi corazón, están esos
Caracoles que susurran el sonido del mar aun y cuando
Nadie los pueda escuchar…
Así te quiero en voz callada y me muero por gritar…
¡Te adoro! así lo siento y aunque no pueda
Verte, ni tenerte, se que somos algo , algo que significa
Todo, y cuando la gente o tu mismo te preguntes
¿Qué somos? Podrás decir simplemente que somos ¡FELICES!
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Para: El Alma
7 abr 2009
Uno de los 26 cuentos de Jorge Bucay
EL BUSCADOR
Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco esa alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente para quien su vida es una búsqueda.
Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos.
Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras.
La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de
madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar.
madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar.
El buscador traspaso el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos eran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción … “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra.
Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acerc ó a leerla dec ía “Llamar Kalib, vivi ó 5 años, 8 meses y 3 semanas”. El buscador se sintió terrible mente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sent ó y se puso a llorar.
El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar. - No ningún familiar – dijo el buscador - ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicos?.
El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fu lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo.
¿ Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?…¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas y media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? …, ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?…
Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.
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Para: El Alma
24 mar 2009
Como se combinan las frutas?
Con su variedad de olores, sabores y texturas, las frutas son unas de las opciones más deliciosas y saludables a la hora de alimentarse, sin embargo, muy pocas veces las personas eligen de la manera adecuada.
De acuerdo con especialistas en terapia de frutas y nutrición, en ocasiones las ganas de innovar o probar nuevos sabores lleva a caer en un error común: la inapropiada combinación de las frutas.
Pese a que en un principio puede parecer algo absurdo o incoherente, los expertos señalan que cada fruta está compuesta por sustancias que al mezclarse con otras pueden generar reacciones poco favorables en el organismo.
Mezclas tan comunes entre frutas dulces y ácidas, como la papaya con la naranja, pueden ser una agradable combinación al paladar, pero ya en el estómago resultan convirtiéndose en una ‘bomba’, desencadenando todo tipo de efectos secundarios.
“Problemas de acidez, anemia y hasta intoxicaciones son algunas de las consecuencias que se generan debido a una inadecuada combinación de frutas. Lo que sucede es que las personas aún no saben alimentarse y no tienen en cuenta aspectos básicos como la división de las frutas según su sabor: las dulces, ácidas, semi-ácidas o neutras”, asegura Alberto Arias, especialista en terapias naturales.
Por su parte, el nutricionista Jairo León, agrega que “con el fin de que el organismo pueda recibir todos los beneficios nutritivos de este importante alimento y evitar perjudiciales reacciones químicas, la persona debe empezar a evitar las mezclas. Cuando hay un consumo adecuado, los problemas gastrointestinales como la flatulencia o dolores estomacales son erradicados”.
Tenga en cuenta
- Las frutas como cualquier otro alimento, deben masticarse bien.
- Los jugos deben tomarse una hora antes o una hora después de las comidas.
- Los jugos de fruta deben consumirse pocas horas después de preparados para evitar la fermentación.
- Al ingerir frutas de una manera inadecuada la persona está propensa a sufrir de indigestión y otras enfermedades.
-Mientras las frutas ácidas tienen restricciones, las dulces pueden consumirse a cualquier hora del día.
-Las frutas son los alimentos más fáciles de digerir y los que más nutrientes tienen. Son expulsadas del organismo en corto tiempo, y de ser ingeridas de manera correcta, generan grandes beneficios.
-Los expertos recomiendan que al momento de ingerir frutas, las personas lo hagan teniendo en cuenta el grupo al que pertenezcan y eviten mezclarlas.
Contra el envejecimiento Por ser una excelente fuente de antioxidantes, la semilla de la uva es un aliado en la lucha contra el envejecimiento, las inflamaciones y las pocas defensas del organismo. La recomendación es consumir la uva con piel y masticar de manera apropiada sus semillas.
Dos raciones diarias de frutas es lo aconsejable para mantener una dieta equilibrada en los adultos. Los niños deben consumir hasta cuatro porciones. El 80% del compuesto de las frutas es agua.
Combinaciones poco aconsejables
1 Lácteo con piña.
2 Naranja con zanahoria.
3 Banano con guayaba.
4 Papaya con limón o con naranja.
5 Vino con sandía o leche.
6 Limón con otras frutas.
Recomendaciones
1 No combine las frutas con las verduras al tiempo.
2 Evite mezclar frutas de grupos diferentes.
3 Si consume frutas como la sandia o patilla, naranja y piña, no las consuma acompañadas de otro alimento.
4 Después de comer no ingiera frutas ácidas.
5 Antes de ingerir frutas, asegúrese de lavarlas con abundante agua.
6 Luego del medio día evite consumir frutas ácidas.
7 Consuma frutas ácidas en las mañanas y frutas dulces en las noches.
8 No endulce las frutas con azúcar. Puede dulcificarlas un poco con miel de abeja.
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Para: El Buen provecho
21 mar 2009
Como combinar los alimentos
Me gusta saber como se puede preparar y combinar los alimentos de tal manera que se aprovechen mas los nutrientes y que a la vez me hagan buen provecho encontre este art. que comparto con ustedes:
Antes de programar tu menú para el día de hoy, o el banquete del fin de semana, es importante saber qué tipo de alimentos puedes combinar en una misma ocasión. Así, su digestión será mucho más fácil y no correrás el riesgo de hacer pasar un mal momento a tus invitados.
Las grasas pesadas, como la carne de chancho, la mayonesa, etc. Deben ir acompañadas exclusivamente con vegetales. Otras combinaciones, como por ejemplo con el arroz o el puré de papas pueden ser poco compatibles y caer pesadas.
Los vegetales frescos y crudos combinan con casi todo. En general, cuanto más comida fresca y cruda tengas en tu dieta, las combinaciones con grasas, azúcares o proteínas serán mucho más variadas y cien por ciento compatibles. Nunca combinar en un mismo plato dos guarniciones, como el puré de papas con el arroz. Además de ser inapropiado según la etiqueta, también le resta espacio a nutrientes más valiosos contenidos en otros acompañamientos.
Las carnes de todo tipo van muy bien con la verdura cocida, pero nunca juntes las carnes grasosas, los derivados lácteos como la mantequilla o los aceites con mariscos, pollo o huevos.
Si piensas en servir alcohol, o lo consideras inevitable, restringe su consumo a una sola ronda una hora antes de iniciar la merienda; al final de la misma, ofrece bebidas ligeras y calientes, nunca frías.
Dicen que en la variedad está el gusto, pero en este caso es todo lo contrario. Procura concentrar tus platos y piqueos en alimentos pertenecientes a unos pocos grupos alimenticios. Cuantos más sean éstos, mayor será también el riesgo de combinaciones pesadas que malograrán tu reunión, dejando un mal sabor en la memoria de todos.
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Para: El Buen provecho
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